Al ser piezas de avancarga (se cargan por la boca), necesitaban de una serie de herramientas de limpieza del ánima.
Eran artilugios de largo mango que se introducían por la boca del cañón, para las diversas acciones que había de realizar durante la carga y limpieza:
- la lanada, que era un hatillo de tela al final de un palo para limpiar el anima o refrescar el interior después de haberlo mojado con agua;
- y un cubo para limpiar o mojar la lanada.
Aquí tenemos un artillero mostrando esta operación (fundamental, porque de su buen hacer dependía la seguridad de la pieza, y hasta que no se enfriara no podía volver a usarse).
En esta época no se usaba para empujar el detonante ni la pólvora, porque la pólvora iba dentro del proyectil



Cuando el cañón no se usaba, la lanada se colocaba en el lateral (igual que los cañones de playmobil, es totalmente fiel a la realidad), y el cubo en un sorporte del frontal
